En
ese momento no lo sabía pero fue nuestra última
vez. No imaginábamos que
serían nuestras últimas
palabra y sin intuirlo nunca más supe de
ella. Se fue, no quiso más. Me desdeñó. Un trapo
sucio.
Su
orgullo
es demasiado grande
para reconocer
sus errores. Pero
si
lo hiciese
no
sería ella.
Y
tal cómo es quiero retenerla en la memoria. No quiero que se
convierta
en un suspiro ajeno.
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