Un
día invernal me perdí en el pensamiento. Me fui entre tus abrazos, viajé entre tus besos. No
sé si fue en segundos o largos minutos los que deambulé perdido en
la memoria. Recordé la noche que fuimos a observar los Dinosaurios.
Tú sólo querías caminar, hundir tus pies en el cemento, cansarte y
olvidar. Me gustaba tu compañía. En cada estación nos confesamos, nos quisimos. Siempre brotaba nuestro querer a pesar del pasado, de nuestra vida previa. La noche
fue benévola con ambos y nos cobijó cómo una madre cariñosa. Nos amamos. El resto es presente.
Me encantas, Tamara.
Me encantas, Tamara.
No hay comentarios:
Publicar un comentario