Ir
dónde nos lleve el viento, dónde nos alumbre mejor el sol. Es la
prórroga, la idea principal ¡Siempre! Dejar que nos alimenten el
ego, que nos den vida. Sólo el Yo quiero. No importa el otro. No
importa su decisión, su interacción. No dar importancia
innecesaria. Yo, sólo yo: Yo manipulo. Yo miento. Te acuso de lo que
Yo hago. Me miro en un espejo roto, en ti me veo reflejado. Sólo
eres una imagen, mi anverso. No existes. Eres lo que Yo quiero, lo
que Yo observo. Así de simple. Así de “plus quam perfectum”.
Patético, patético, patético…
No hay comentarios:
Publicar un comentario