Me doy el tiempo necesario para respirar y así poder adentrarme en el mundo que cree recientemente.
No sé quien soy, no se donde pertenezco, pero estoy allí. Todos se parecen a mí,
pero ninguno es igual a mí. No somos nadie, somos nada, somos todo. Lo que fue
y lo que será.
El tiempo no existe, no es y no tendrá cabida
en este mundo irreal que acabo de inventar. La muerte tampoco existe, nada es
aquí, no somos nadie, nada somos.
Me rasco los pensamientos y no puedo soportar
la fatiga de la rutina.
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