20 septiembre 2014

Su rutina es extraña a mí,
Querer y no poder tenerte,
Te extraño.
La distancia es perpetua, Negra,
Se ha ensañado con nosotros,
Pero hemos vencido 
La desesperanza,
Cada vez 
Estamos más cerca,
Inolvidable 
La noche amiga, secuaz 
Del primer beso
Que nos trajo al presente.
Sé que anhela
La caricia de mis manos,
Nuestros silencios cómplice
Y la entrega hasta el agote del placer.
El secreto real,
Que parece eternidad,
Tiempo,
Tiempo al tiempo,
Creo que esto puede ser.
Mutar, convertirnos en uno,
Vivos ante el mundo.
Vivir esto hasta que deba ser.
(Existió, aunque ya es tarde)

¿Porqué creer lo que soy?
Arriendo el nombre y me convierto en otro
¿Qué otra cosa puedo ser, si yo no soy?
¿Dilema o sed imperecedera?
¿Qué sucede?

El alcohol actúa a perpetuidad,
No hay escapatoria.

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Todo se inclina a seguir perdurando, casos en que no tengo participación.
¿Cuál es la razón? Yo soy uno, el otro trata de escapar y no regresar.
Sí, viví en un tiempo marchito, muchas vidas, no lo he de negar.
Proxeneta, jefe, verdugo y reo de lo que me acusan.
Culpo de eso a mi muerte, mi diario vivir.
No juzgo a nadie, me profanaron para existir.
¿Me justifico?
Maldito soy, nunca podré mejorar.
Aquél que juzgue mi confianza,
Razón que en mi caníbal ser no ha de mutar.
Me crearon de lo que no soy,
No de lo que fui, doy mi palabra.
¿Alguien pude juzgar mis acciones,
Mis movimientos, mi forma de proceder?
Animales malditos, la paz se les impuso muy pronto,
No respetaron la vida integra,
Pues su amor por el amor vale cero antes de partir.
¿Me equivoco?
¿Crees que sí?
¿Pero quién no cae en las vueltas del tiempo?
Ni siquiera siento que trato de justificarme.
Siento lastimar mi interior, cobarde bestia.
Se que odias lo que hago, creí que eras cercano a mí,
Pero eres simple.
No eres, no existes.
Como suspiro he de existir…
A los que contemplan la soledad.
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Días exiguos,
De otro parecer, de otro tiempo y lugar.
¿Qué he de sufrir?
Día tras otro, la noche sigue igual.
Embriagado en la penumbra,
Todo conserva su curso.
Tus pasos y otros más,
Con firmeza hacía la salida,
Nada ha de cambiar.
¿A través de la opaca luz?
Siempre que te sigo,
Voy hacía tu inquietud,
Más cuando despierto,
El día me golpea sin piedad.
¿Vamos por este camino u otro nos ha de guiar?
Me gusta tu mundo
Lo que me das.
¿Es peligroso el mundo o es perpetuidad?
No ceo que existas,
Me castigo sin razón algunas veces.
¿Por qué, linda mía?
¿Acaso odias lo que no fui?
Efigie perfecta, noche sin fin,
Solemnemente lo pido,
No quiero morir así.
Caer en tus brazos,
Ser lo que no fui.
Bendita y malvada al mismo tiempo
¿Hoy es el fin?
No pidas nada,
No lo puedo dar,
Te quise y hasta aquí llegué,
No hay razón para continuar.
¿Mal de mi mundo?
¿Mal mi gratitud?
Perdona el mal que hice,
Perdona, no fue la inquietud.
¿Soy o ya no fui?
¿Fui o ya no soy?
Paradigmas que no tienen repuestas…
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Suave y limpia, velas por mí
¿Quién pudo ser, si yo no fui?
Cúlpame de crímenes, de las peores cosas,
Libada altiva, amada hasta el fin.
¿Problemas, ahora?
Nunca fuiste,
Yo soy el canalla, yo fui el que empapo de tristeza,
Aquél que te abusó, aquél que te engañó.
Dama y deseada amiga,
Eres libre,
Yo soy quién abusó.
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Inhibición a seguir participando en cosas que las que no puedo participar ¿por qué no me eliges?

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Sentimiento muerto, resurrección sin recuerdo.
Lamento plausible, en el momento inoportuno.
Somos uno, nada más.

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Envidia,
Por que otros ven tus pechos,
Los que fueron para mí.
Envidia,
Por que otros relumbran con tu risa,
Que alumbraban mi día.
Envidia,
Por que ya no soy,
Sino, por que eres solamente.
Envidia,
Por que ríes,
Lo que hiciste para mí,
Pero ya no soy…
   Luego de comer la cazuela caliente que aún burbujea y que ella misma cocinó rato antes; tras sorber a la vez los jugos vitaminados del hueso de pollo y los testículos alopécicos de don Ismael, sale desdichada de casa doña Rosalinda del Carmen y los Placeres, encontrándose en el punto exacto en que se cruza su pasado irremediable con los años mustios del presente y anclada a los pormenores que han de venir en el futuro. Una sucesión interminable de aproximadamente 40 años que no cesa a pesar de saber que su patrón no la cambiará por su mujer.
   En cada paso efímero trata de dejar su huella plasmada durante las horas que avanzan fugazmente, sin embargo, no puede evitar ser solo un borrón ante nuestras miradas cansinas. Es lo que le da el impulso de seguir respirando, de querer creer que no solo es un costal de carne y huesos ya desahuciado. Rosalinda, mujer de una historia etérea, ve como se asoma con prontitud el declive de su existencia.
   Con una vida repleta de satisfacciones personales, una vida plena sin duda, su mente escudriña en silencio en lo que ayer no hizo aterrorizada por una culpa incómoda sin sentido. Sus logros la satisfacen, pero siempre se cuestiona lo que pudo haber sido y se retuerce por dentro con las respuestas que ella misma se da. Mientras se dirige al lugar establecido de ante mano, se aleja de la realidad y sus pensamientos transitan en muchos sucesos alternativos derivados de un mismo origen. Orgullosa, no muestra su congoja lastimera y ante los oyentes lanza un manantial de palabras melosas y lisonjeras que se van convirtiendo en un torrente turbio de rencores, rabia y envidia.
   Los sucesos progresivos e intermitentes de nuestra vida son guiadas, para bien o para mal, por nuestras acciones voluntarias y ella tomó su decisión hace años y nunca se dejó guiar por los impulsos propios del que se deja seducir por el eterno presente. Siempre fría en su conducta, desde pequeña trazó la línea de su vida y de ella nunca se alejaría en su trayecto diario. Todo parecía brillar en su anhelo por conseguir su meta, nada fue capaz de derribar su marcha ciega hasta la meta y sus logros personales fueron sucediéndose uno tras otro. Siempre victoriosa en su actitud, en tanto sonreía con desdén desde alturas imaginarías en un proceso absurdo que no parecía tener fin, jamás se dejó caer ante las tentaciones que le ofrecía la realidad amarga. Sin duda que siempre se tentó a probar de los frutos vetados por ella misma y ante el resto se mostraba incólume y despotricaba por los incorregibles perdedores, pero solo era envidia que sentía ante quienes se atrevían a recibir lo que el día a día les enseñaba.

21 junio 2014

Sucesos que se aceptan,

Sin cambiar

Un mañana estable,

Dónde te escondes

Explotando la norma
De la distancia.

Negando tu presencia

Esperas que me entere por
Correos brujos

De lo que callas sin piedad.

Todo te lo guardas, Taina,

Te víctimizas con

Un ataque sangriento
De mil preguntas presumibles
Sobre una realidad imperfecta.

Era diferente el sueño,

Tu vida seria libre,
Pero hoy

Te escondes más que antes,

Cubierta por un rugir

De testimonio enfermo.

¿Por qué no asumes
La responsabilidad de vuestra vida?

La responsabilidad de la circunstancia
Que nos encaminó
A un acertijo que
Nunca solucionaremos,
Nunca ha sido una posibilidad certera, 
Nunca lo has esperado,
Nunca va a ser .
Y ese punto negro de vida
Revuelve tus entrañas,
Que expulsas en
Un hablar que sollozas,
Asustada,
Nerviosa.
Jamás hablas de tu congoja,
Te mantienes callada,
Inserta en el miedo
Paralizador.
Me perturba tu silencio
Inquisidor, malsano.
El mismo que distorsiona
Al grito ahogado,
Abortado a destiempo
En una vida sublevada
¿Qué hago?
¿Expulsar un llanto
Que se esconde
En el dilema que me
Oculta como un criminal?
No eres capaz de aclarar el entuerto
Y te vas escondiendo,
Mujer malita.
Demasiada importancia me perturba.
Pero
No dices nada.
Sólo era un minuto
No la vida entera.
La eternidad de este momento.

Te vas campante y yo contrariado.


Interrumpes
Con mala intención, 
Alejando mi atención
De la mentira.
No me respondes,
Mujer siniestra.
Complicas mi transito cauto,
Retuerces un dilema
que prácticamente 
te hace vencer.
Interrumpes 
Y te vas silente,
Mujer siniestra,
Mientras manipulas
La importancia
Sobre la incertidumbre del porvenir.
Interrumpes
Pero no me hablas,
No me respondes,
Mujer siniestra.
Rehuyes a exponer la verdad, 
La problemática
Que obliga a pensar 
En un sino difuso.

Pero no me dices nada
Y das la media vuelta,
Impregnada
En esa cobardía de muchos años

20 junio 2014

Fue una perdida de tiempo 
Ya que nada cambió en nuestras vidas, 
Y yo gasté palabras vacías. 
Fue una perdida de tiempo 
Porque te convertiste en promesas 
Y yo me perdí esperándote. 
Fue una perdida de tiempo 
Porque no cambiarás nunca de vida, 
Te gusta como es y lo que te espera 
Y yo no soy parte de ella,  
Jamás lo he sido. 
Fue una perdida de tiempo 
Porque como todo momento 
Tuvimos lo nuestro, 
Pero siempre pesó el hierro  
De la espada que te controla 
Y fue consumiendo tu vida 
Y fue consumiendo la mía

10 abril 2014

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