05 febrero 2011

Lo que fue

No recuerdo desde cuando quise
Arrimarme a tus labios,
De extasiarme con tu gentil compañía,
Tu amistad, tu cariño,
Sentir tu cercanía.
Del como llegué a desearte
Errando en tiempos hoy no existentes,
Soñar con Abrazarte y no
Dejarte ir jamás.
Mirar al destello de tus ojos y
Enrostrarte esta pasión que carcome,
Pero el pavor me hizo volver
Una y otra vez,
El silencio eterno de amar y no poder ser.
El oír el candor de tus susurros
Soñando con el encuentro
De abrigar tu cuerpo al mío,
De ser tuyo, de que seas mía.

Aun recuerdo ver tu silueta entre el gentío,
Tu risa hermana para toda persona
Enmarcada en esa boca codiciada
Que miserablemente se mofó,
De querer y no poder.

Fueron años eternos de un amor oculto,
En que no creí jamás sentir tu piel
Y emborracharme en la gloria
Al momento que tu mano tomó la mía,
Luego del largo silencio inculpatorio
Que no dejaba acercarme.

Quizás fui tosco, molesto y arrogante,
Pero la misma cobardía no me dejaba actuar.
Mi interior se partía en cientos,
El corazón dejaba de latir,
Las veces que la intención de cantar me vencían
Y poder tararear al fin
Que eres a quien espere.

Dar finalmente el beso ya muerto,
El abrazo que me ayudó a respirar,
Y que hoy me asfixia,
Los ojos que guiaron mi camino,
Desconociendo la bifurcación al medio de la senda.
Durante tiempo incierto te admiré en silencio,
Fuiste la luz en mi camino.

Amo el ave q eres, que desea ser libre y no vivir enjaulado
Y por ese amor inmenso, entiendo
Que solo soy un ambulante en tu vida
Y no debo pedir más.

IF,,,

La despedida,
El adiós para comenzar nuevamente.
El tiempo corre,
Hay que darse prisa,
Vete pronto.
Y tengo tanto para decir...
O que quisiera decir.
El dolor es inmenso,
No caben insultos
Quedarán guardados en mi memoria.
No tengo mal que decirte,
A pesar de la rabia y la pena
Que se entrecruzan…
No quiero saber más de ti.
Voy a buscar
El camino libre,
Pero no sé cuál puede ser.
Los amores me matan una y otra vez,
Tus palabras me matan en silencio
No me interesa más,
No quiero saber de ti.
Siento desprecio, no quiero verte más,
Te convertirás en nada.
Todo fue una burda mentira
Una idiotez.
Convertirte en mácula dispersada por el viento
Pero más de alguna vez se cruzaran las miradas
Para siempre.
Me traicionaste y me duele
No son palabras solamente
El tiempo te hace pensar,
Darte cuenta de muchas cosas
No será amistad eterna, nada
Pero cuando vea tu silueta en mi horizonte
No podré evitar el recuerdo de
Noches de entrega
Aunque quiera eliminarte de mi razón.
No es rabia
No es pena
Es dolor inferido, cosa de amantes

Naufragio.

El mal me hunde,
Me lleva al despeñadero,
No puedo respirar.
Me pierdo en esta isla desierta,
Sin vida
No hay salvación.
Veo un espejismo de tu imagen,
Me mantiene vivo.
Visiones oscuras,
El amargo pensar
De la traición.
Estaba enfermo
Entre toda la puta verdad.
Camino, no existes,
No estás.
Triste vagar solitario,
Verdades y mentiras
A cada paso pesan más.
Estoy vivo,
Me dueles
Me diluyo en mis pensamientos.
Verdades falsas,
Mentiste sobre el paraíso,
Este no es el edén.
Por sentir el oculto deseo,
Demasiado me Costó.
Deshojó el espíritu
Lo desnudó.
Me pesas, me penas,
¡Te deseo!
Quiero invalidar su nombre,
El rango que no tiene,
La capitanía que despreció.
Hacer sentir el calor,
El ataque certero del enemigo,
La descarga que ahoga al hostil
Contendor.
Pero soy el único sobreviviente en esta isla,
No estás.
Dar, entregar al vacío,
Un sentimiento mutilado,
Desapegado.
No puedo olvidar,
No puedo evitar sentirte.
Quiero estrechar tu cuerpo
Al mío.
Entregar lo que llevo conmigo.

Maldigo al tiempo
Que quitó mi alma,
La desnudó.
Sentir que no siento, llantos de alma en pena.
Eras la razón, la ignorancia,
El viento, el estertor,
El primer respiro.
Mi camino,
Pero ahora vago
En esta isla desierta, no estás.
Eras tú, te vi.
Mi pensar,
Mi risa, mi alegría.
Amo lo que amas
¿Dónde estás?
Volando lejos de mí,
Paloma.
Estoy enfermo,
Muerto.
Se disipa la máscara
¡Nunca estuviste aquí?
Tú, que vuelas alto,
Representando la belleza,
La verdad,
El amor universal.
Tú que coges el mensaje,
Que trae consigo
Rastros del edén, el porvenir
¿Dónde has marchado?
Estoy solo en esta isla,
Soy el naufrago
¿Dónde Estás?

n/n 3

Desde hoy no serás ni recuerdo, no existes, no vives, no respiras, no te veo, no te escucho, no te siento, no te recuerdo, no te creo.
Desde hoy eres peor que un abrazo sin correspondencia, ya que ese es un espacio a ocupar. Tú no eres. Triste fin para lo que es vida eterna.
Desde hoy ni el desprecio, ni el odio, ni el amor, ni la pasión existen. Mis pensamientos hacia ti no son lo de ayer. Me convertiste en el culpable entre tú y yo. Yo no existo por ti, vivo por qué me dejaron vivir.
Desde hoy deje de ser el príncipe y me convertiste en el ogro. Ya no más caballo alado, hoy para ti soy el dragón que te encadenó. Jamás el sapo se convirtió en figura principal, soy el mismo, te equivocaste.
Desde hoy las palabras que me regalaste no tienen valor, se las darás a otro y yo seré el culpable para ti, el malhechor. Desde hoy el príncipe es sapo, desde hoy otro te salva, desde hoy no soy ni recuerdo. Lo que digas se repetirá un ay otra vez, es una grabación continúa.
Desde hoy no eres, no estás, no existes. Desde hoy soy el perdedor, el condenado, el infame producto de tu no ser. Dejé de existir por tu silencio.
Desde hoy y para siempre.
Sin remordimiento, sin anestesia, sin dolor.

Condenado a Muerte.

Pena de muerte, dolorosa jornada.
El ente vacio camina lánguidamente
Al final de su tormento
Y no reconoce la marca
Que lo condena.
Olvidó el número, la sentencia,
El amargo final esperado por muchos que lo culpan,
Ocultando que él
No actuó solo.
El alborotado pasar por las armas.
De pie, frente al homicida,
Sin sentir su presencia,
Oye el discurso que lo condena,
Y aún no asimila que llegó su fin.
Respira lento, normal,
No expresa muecas de dolor,
Aún no le explican el motivo
Por el cuál ha de dejar
De existir.
No sabe que está podrido,
No se imagina la sentencia.
Piensa, cree que es eterno
Que solo la curia papal es criminal.
Hace oído sordo a la traición,
Rebobina su historia
Y nada parece extraño.

Busca a la siniestra mujer que truncó
Su camino,
El roce corporal del ayer,
Las palabras que hace
Un instante le pertenecían,
La falsedad de su situación.
Pero el condenado
No maldice, llora en silencio
Al desdén.
Yergue su cuerpo,
Vendados sus ojos,
El pánico asalta su sombra solitaria,
La respiración se acelera
Y llora.
En plena oscuridad,
Oye al río que lo
Guiará al infierno.
Descubre el rostro de la traición,
Sonríe melancólicamente,
Se retuerce el alma impía
Del condenado a muerte.
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