26 noviembre 2018


ISOLINA en el plató, sin plumas, arriba. Adorada delicia de arte, fiera orgullosa y solitaria, nombre de amantes plasmados en su piel. No lo siente, no lo sabe o tal vez si. ISOLINA dueña de las miradas, baila despacio, movimientos lentos, irresponsable en el querer. No tiene certeza, puede ser un tal vez. ISOLINA clava su desdén y se alimenta del alma, sonrisa misteriosa enmarca su felino andar, desnuda ante la vida, voracidad carnal. No tiene certeza, pero sabes la verdad. ISOLINA voz angelical, estallan en sangre las mentes impuras, su caminar la convierten en quimera subliminal, desdichados corazones desdeñados. Tiene la certeza pero prefiere callar.

12 noviembre 2018

Es un acto involuntario y no quiero detenerlo. Esta noche te añoro pero sin tristeza, nunca lo eres para mi. Tu esencia acompañará mi suspiro final. Quisiera, en mi simpleza idiota, que algo de mi permanezca en ti. Ansiar tu tranquilidad mental, fortaleza en el diario subsistir. Hablar y abrazar al vacío inmisericorde.
Que estos escritos signifiquen para ti devoción y fraternidad para cualquier momento que me quieras evocar.

El solitario y la soledad.


El solitario disfruta de los momentos propios. Divagar, soñar, pensar, dolce far niente, crear, suspirar. El solitario necesita el silencio, la templanza, el gozo, el estertor. El solitario no es extraño, no detesta la sociedad. El solitario es un mundo inmenso, con más luz que sombra. Mira y oye, un perfecto amigo. Pero no quiere decir que anhele la soledad, que busque el vacío en la existencia, que no desee compartir el futuro. La soledad es muerte para todo ser, aún para los eremitas casi santos.

El olvido.


Maldición eterna que no se quiere poseer, pero no podemos desligarnos de ese lastre. Las palabras se convierten en eco de nuestra alma. Sin respuesta, sólo una voz que repite y repite sin sosiego. Aprender a vivir con ello, entender que no somos pensamiento, que no somos acción. Un pasado que se pierde en la memoria. La inmensidad del silencio sobrecoge nuestra fortaleza. La crueldad del amor en todas sus acepciones. Controlar sentimientos debe ser ley en nuestra existencia, pero la debilidad es nuestra herencia. Por los siglos de los siglos el olvido es soberano en toda era.

11 noviembre 2018

No olvido.


Te dije que no escribiría palabras presuntuosas que ya no te interesan, palabras sin soporte que continuarán en la ignominia perpetua. Bueno, imaginé que te lo dije, pues tú no eres parte de mi existencia. Un día decidiste desaparecer y jamás volví a saber de ti.
Aunque no quiera evocar empalagosos momentos, me resulta imposible cuándo recorro a ciertas horas y por ciertos lugares que me llevaban al encuentro de la felicidad insensata que eras tú, y nos abrazó un tiempo efímero. Imposible borrar de mi ser las sensación nerviosa, tímida, amante y deseosa que me despertaba sólo oír tu voz, leer tus palabras o saber que te vería pronto, para sedarme con la ternura que me provocas.


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