23 julio 2018


¿La veré otra vez y retomaremos el juego de ajedrez que espera en el espacio de mis recuerdos? El destino es incierto. Sensaciones. Emociones.
¿Ella pensará en mi? ¿Susurrará mi nombre suspirando mi compañía? Cariño mutuo.
¿Deseará que fuese aquél que en un abrazo detenga los miedos? ¿Qué en una palabra refuerce su atrevimiento? ¿Me recordará cómo yo la extraño? ¿Cambiará su percepción de mi? ¿Comprenderá que el amor se transforma? La dulce congoja, el infierno frío.
Extraño ver como cree y se convierte en realidad. Viajo al ocaso buscándola y no la encuentro.
¿Nuestros destinos se cruzarán otra vez? ¿Podremos originar amor sin que detenga su andar?


Calíope (2)


Durante un estado febril apareció en mis sueños: Caminó desnuda por la habitación y su pelo ondulado flotó al viento. Se detuvo frente a mi, tomó mi mano y la puso en su pecho. Sus insolente ojos felinos sonrieron al eco de su labios gruesos. Era Calíope, la musa. Mi inspiración, mi lamento.
Su sonrisa iluminó el oscuro cuarto en el que me encontraba. Alzó su mano y con sus dedos indice y corazón tocó mi frente para exponer mi tercer ojo. Se quedó conmigo un tiempo convertida en mi maestra, en mi guía, en mi espíritu afín. Me enseñó que todo es posible, me enseñó vencer los miedos y me mostró la debilidad que posee cada uno. Calíope liberó otra vez la poesía, los sueños trascendentes y los insaciables cuentos . Me guió por el camino. Me hizo vibrar. Experimenté sensaciones olvidadas durante años.
Pero su labor terminó. Calíope me abrazó, me besó. Hicimos el amor por ultima vez. De su sonrisa emanó nuevamente una luz intensa. Al desaparecer el destello ella ya no estaba a mi lado.
Apenado desperté del ensueño.

21 julio 2018


Cuando fulano corrió por los cerros escondiéndose de lo milicos que buscaban ”voluntarios“ para la guerra, tropezó con una veta de oro de muy poco valor, pero suficiente para alterar su pasado de pirquinero en lo cerros solitarios del desierto nortino.



Soy quien soy. Un complemento de mis contradicciones.


Un borrachito hablaba al vacío- Con alcohol cuesta pensar, ordenar las ideas. Uno se equivoca al escribir…Se dificulta. Emergen los pensamientos en orden alterado. .. Pero no existe solución. Estamos condenados a vivir soñando con sed imperecedera.- y la botella media llena se encamina hasta su amigo de toda la vida…

Calíope


De vez en cuándo en la vida aparecen personas luminosas. Quizás existe un orden superior que cruce nuestros caminos:

La vi a la luz de luna ¡Tan hermosa! Su respiración. Su presencia. Su manera de moverse. Sus gestos. Sus manos. Su risa. Su forma de hablar. Sus palabras convertidas en conocimiento (Me siento honrado). Su aliento que insta a creer.
Me mostró su alma sin exigencias y comprendí que ella es demasiado para el mundo. Es un sol que debe permanecer brillando y entregando su calor. Su fiereza interna no tiene limites. Es un sueño. Es cariño.
Desde esa noche la venero con locuraEl afecto aún perdura.
Soy su incondicional adepto.

Cuenta conmigo si me necesitas. Siempre.
Te adoro.

20 julio 2018

TESTIGO


Al final del casual encuentro
He comprendido
Que podré matar sin misericordia
una pasividad avergonzante
que agoniza lastimada.

Noche. Lluvia. Un conductor borracho siente un estruendo sobre el techo de su bólido y se detiene para inspeccionar. Ve el cuerpo impactado de la persona que atropelló. Infortunada situación. Se quita el agua que corre por sus ojos para advertir la proximidad de algún vehículo. Mueve el cuerpo, lo coge y lo lanza fuera del camino. Mañana verá cómo solucionar el problema. Está noche sólo le apura secarse y dormir.

Un hombre que caminaba por esa curva es testigo del crimen y queda impávido, quieto, sin poder reaccionar. La lluvia furibunda y la tiniebla nocturna ocultan su presencia. Pero la consternación del hombre se debe a que reconoce al muerto. Él es testigo de su propia muerte.

Su familia no encontrará justicia.



Carlota


Un niño come un helado mientras juega con tierra fuera de su casa. Arma una pista con obstáculos para sus autos de juguete. Pistas que se cruzan. Túneles sumergidos. Banderas de servilleta. Pequeños personajes de público. Barro. Piedras. La carrera está por comenzar.
Su gata trata de impedir el suceso. Bota los personajes. Pisotea la pista. Se acuesta de espalda sobre los autos. El niño enojado la expulsa en un rito y esta se va vencida . Salta por la reja, cruza la calle y es atropellada por un pequeño auto rojo que pasa sobre la felina sin detenerse.
- ¡Mierda, estuvo cerca!- dice la gata asustada mientras se sacude- ¡Pensé que este era mi fin!-. El niño se sorprende y abre su boca. El helado corre por su mentón y por sus manos ennegrecidas. Mira al animal consternado.
- ¿Te sorprende que hable?- y el niño asiente con la cabeza sin poder decir palabras, aun temblando de la impresión. El helado derretido corre por su dedos sucios y cae al suelo. -Tú también puedes hablar y eres un mono lampiño-.
Este acto sobrenatural se convierte en un pacto secreto. Permanecen juntos aún varios años más. Ambos envejecen. El niño se hace adulto y ella una anciana. De sus pláticas nacen fábulas. Pero todo termina y acaba la historia.

Él comprende que la imagen de la gata era sólo su recuerdo. Su esencia convertida en reflexión. Pues el día del atropello perdió su infancia. Su amiga fue arrollada encontrando horrorosa muerte. Todo lo que vino fue su desarrollo mental al aferrarse al último destello de lo que llamó felicidad.


La adoro. Desde el primer día estimula mis sentidos. Su voz, Su aroma, Su piel se perpetúan en mi ser. Quiero que solamente sea ella. Para siempre, por la eternidad.
La amo ¿Cuesta entender? La necesito. Padezco cada segundo en que no está. Pero no da su brazo a torcer. Sería una débil persona y quiere demostrar fuerza en su orgullo. Si no fuese así, no sería ella. Dónde esté, donde sus pies se posen, solamente quiero que sea ella.
La extraño. Los días son tristes. Mis pensamientos son difusos. Tengo pena desde que no está. Bastante. No es un concepto. Es ella. No quiero borrarla de mi mente.
Evocar el amor consagrado. Un sentimiento que nace y muere en la eternidad del tiempo. Dónde quizás, alguna vez, en otro lugar, estamos juntos esta noche embriagados por la lujuria.

19 julio 2018

Nefando


Con sus aciertos y sus desaciertos ¿quién puede negar que teniendo al frente lo más preciado no lo ha codiciado para siempre? La vanidad nos corrompe. Creemos que todo es nuestro, que nos pertenece. No nos importa el resto: No nos corresponde. Sin embargo, cuando caemos ya no están.
¿Quien no se ha sobrepasado alguna vez en algún momento queriendo que todo sea cómo se desea? Los cuerpos, las inermes mentes. El espacio infinito. Aferrase a un beso que puede ser para cualquiera. Creemos que es nuestro, que nos da aliento, que nos da vida. Pero sólo son sueños perdidos.
¿Qué queda? Dejar en el olvido todo aquello que nos hizo bien alguna vez. Nuestra soberbia. Limitarnos al abismo que nos ayude a salir del profundo muermo. Que no renazcan.
¿Tengo que hacerme cargo de muertos pueriles? ¿tengo que pensar en lo que no quiero pensar? A la mierda todo. Deshacerse. Retrotraerse. Retorcerse en la infundada perseverancia de tu verdad.

Simplemente la vida no es dulce, no es paz. La vida es miseria. La vida es dolor. Por eso se debe apreciar. Sabiendo el cómo, esta no se perderá jamás. Siempre se estará riendo, llorando o soñando . Creeremos que nuestros delirios son solamente delirios. Pero cuando perdemos la concentración se nos cae el telón y nos volvemos a la vida misma.
Dicen que la vida sucede mientras caminamos. La vida se nos va . Unos saben explotarla. Benditos sean. Otros la sufren o simplemente no les interesa. Pero la vida no es dulce. No es fácil. No es tranquilidad. No es paz. No es amor. Es amarga y triste.
Nuestro poder es nuestra voluntad. Nuestro poder es saber que todo aquello se puede convertir. Y esa es la vida falsa y placentera: fundir nuestros pies en lagunas cordilleranas. Desencasar bajo el sol del norte. Chapotear en la lluvia del sur.
La vida no es como se ve. Es una herida grande y sucia


Cuando se quiere,
cuando lo que puede llamarse amor causa dolor
porque Calíope ya no existe,
esos amores nunca se olvidan.
Pasen todas nuestras muertes posibles,
seguirá perdurando en la eternidad.
A pesar de que esas manos no se vuelvan a tocar
o esas bocas jamás se vuelvan a besar
o que los sentimientos no sean correspondido jamás,
recordar el final duele.
Y cuándo duele extrañar es
, quizá,
porqué se ama de verdad.


En el ocaso fue pasión y al principio aversión. Ella se fue desafiando a la vida y a la muerte. Regresó a su lecho ancestral. El Fuego la consumió, la desdibujó en la memoria. Y así fue como despareció de la faz de mi universo.
Ella simplemente fue.
Yo la amé ¿de que sirve amar?
Crueldad.
Sigue la vida. Sigue la muerte. Sigue la eternidad.
Yo quería hacer el amor, no corromper la razón.


En ese momento no lo sabía pero fue nuestra última vez. No imaginábamos que serían nuestras últimas palabra y sin intuirlo nunca más supe de ella. Se fue, no quiso más. Me desdeñó. Un trapo sucio.
Su orgullo es demasiado grande para reconocer sus errores. Pero si lo hiciese no sería ella. Y tal cómo es quiero retenerla en la memoria. No quiero que se convierta en un suspiro ajeno.

Destruir todo


Todo lo que comienza termina, aferrarse a lo perpetuo es debilidad. La corriente nos arrastrará hasta el final. Recomenzar da la libertad para elegir tu verdad en un camino que arrastra sólo melaza.
Todo termina, nada sigue. Aferrarse a lo perpetuo es debilidad mental. Es debilidad de espíritu. Es debilidad corporal. No podemos regirnos por lo intangible, por los sueños. Nuestra mente debe ser veraz. No guiarnos por gurús metafísicos. No dejarnos llevar por palabras melosas. No dejarnos engañar por miradas que iluminan nuestro interior.
Todo debe acabar y así podremos estar seguro que todo lo que vendrá será sólo nuestro. Un nuevo comenzar. Omitir palabras de un formato preexistente que perturban la realidad. La veracidad.
Destruir todo.
Destruir todo.

13 julio 2018

Voluntario



Ella me reconoció. Era al que pensó repetidamente. Y tomó mi mano para llevarme por un camino dónde dos seres irresolutos se aman sin temor. Mérito en este lugar olvidado.
Pero cae el telón y se acaba la obra. Imposible seguir adelante, seguir respirando, peregrinando
La busco en lo barroco del camino, pero no la encuentro. No está. Sin embargo sé que existe. Tomé su mano, besé la boca que germinó codiciarla. Siento su gemido lejano y creo que sólo susurra mi nombre en su orgullo.
No sé si me quiso cómo yo lo hago.

Lacónico


Todo siempre será el final.
Todo está hecho y me siento tan ínfimo,
sin importancia,
que me pregunto de que sirve todo,
cual es el fin.
Todas las palabras tienen
un dejo de tristeza,
quizás es mejor lanzarlas al olvido,
olvidar el tiempo y los recuerdos.
No quieres que te hable,
no quieres que te quiera.
Te consideras sólo un objeto,
no te sientes libre.
Pero no hablo de amores,
hablo de inmanencia,
de cariño sacro,
sobre el más allá
y lo que conlleva.
Eres el sol de tu mundo,
no importa el llanto ajeno
si el propio no se ha extinguido.
La confianza es primordial
para elegir nuestros caminos.
No quiero olvidar cómo te he querido,
las ideas se olvidan
no lo vivido.


Comienza a llover.
Me dijiste: La distancia no es olvido... Eras la promesa, eras la verdad. Lo siento. Pude haber sido mejor. Sólo soy un perdedor que nada más piensa en la levedad del ser. En lo inconmensurable del universo. En lo irreal. En lo real. En lo realmente innecesario. Pienso en ti ¿me recordarás? ¿me extrañarás?
Pienso ¿fui alguna vez? ¿existes?. Pienso que nada puede volver atrás. Aunque yo quisiera retroceder, volver a ti. Pero nada es, todo fue ¿dónde estás? Pienso y pienso y no te veo. Trato de sentirte y no estás.
Me dijiste, la distancia no es olvido.
Son mundos que se apagan.


Me siento extraño. Miedo. Pena. La tristeza se convierte en una herida abierta que contamina. Prefiero vomitar un tiempo oscuro para emerger al mundo real. Esperar que todo avance. Lo que rodea deje de existir.

Cuando no eres parte del pensamiento, cuando la indiferencia toca la puerta, tú dejas de existir. El tiempo se detiene. La escena se congela. Todo perdura, menos los recuerdos. La vida sigue pero la indiferencia te mata lentamente.
Un fantasma. Se puede amar a un fantasma, pero la indiferencia es potente. Latente. Relegado a convertirte en parte del olvido

07 julio 2018

La nostalgia


Un día invernal me perdí en el pensamiento. Me fui entre tus abrazos, viajé entre tus besos. No sé si fue en segundos o largos minutos los que deambulé perdido en la memoria. Recordé la noche que fuimos a observar los Dinosaurios. Tú sólo querías caminar, hundir tus pies en el cemento, cansarte y olvidar. Me gustaba tu compañía. En cada estación nos confesamos, nos quisimos. Siempre brotaba nuestro querer a pesar del pasado, de nuestra vida previa. La noche fue benévola con ambos y nos cobijó cómo una madre cariñosa. Nos amamos. El resto es presente.

Me encantas, Tamara.

Quisiera, algunas noches, estar en tu mismo espacio, en el mismo tiempo. Estar en la misma cama entregándonos calor al sonido de las voces, las risas, los silencios y las ideas. Amo ese cariño tan cierto que me entregas y me acompaña en todo momento. Mi credo. Me da fuerzas para creer, crear y quiero compartirlo contigo. Soy muy feliz al saber de tu existencia, de tu verdad. De lo que forma tu esencia. Eres libre, siempre lo has sido. No quiero coartar su vida.

Cada palabra que TE dedico es mi amor que te pertenece y se expresa.



La pasamos bien, creo. Conversaciones extensas y tu risa que tanto me gusta. Ternura y entrega verdadera. Sentí (y siento) la necesidad de tu presencia. Yo quería todo el mundo contigo. Quería el tiempo contigo. Nada me importó el futuro lejano. Nunca lo alcanzaremos, no como quisiéramos. Sólo importaba el presente, vivir el día para crecer contigo, para maravillarme con tu presencia. La diferencia entre lo real e irreal.



Pienso y recuerdo lo que voy a escribir. Espero que alguien reciba el mensaje, recoja las palabras y las haga propia. Pero nada vale la pena si el receptor es esquivo y simplemente no le interesa. Al perecer esto es lo cierto. No supo comprender y dio un paso al costado.
No supo comprender las palabras y estas se volvieron vacías, funestas, sin fundamentos. Palabras que hablan de cariño sin imponerme como idea. No me doy la importancia que no tengo. Palabras que no hablan de vida eterna o compañerismos fugaces. Palabras que no mendigan sentimientos.

Existen  dos pensamientos y ambos son verdaderos.

Narrador



Una voz, nada más que una voz. Una voz que acusa, que castiga y no reconoce su verdad. Una voz que decide, que ejecuta, que ordenar. Una voz amenazadora, tétrica, desde las tinieblas. Una voz que puede reír pero no acusa el sentimiento. Una voz sin memoria, sin presente. Un narrador, pero nada más. Una voz incorpórea, sin alma, sin cuerpo. Impulsos vocales sin ánimo que hacen dudar de sus palabras. Un ente vacío, intangible. Una voz insensible.

Solapados


Ir dónde nos lleve el viento, dónde nos alumbre mejor el sol. Es la prórroga, la idea principal ¡Siempre! Dejar que nos alimenten el ego, que nos den vida. Sólo el Yo quiero. No importa el otro. No importa su decisión, su interacción. No dar importancia innecesaria. Yo, sólo yo: Yo manipulo. Yo miento. Te acuso de lo que Yo hago. Me miro en un espejo roto, en ti me veo reflejado. Sólo eres una imagen, mi anverso. No existes. Eres lo que Yo quiero, lo que Yo observo. Así de simple. Así de “plus quam perfectum”. Patético, patético, patético…


Tengo miedo: Cobijado en la oscuridad, escondido del trasgo. Siento que se acerca. Susurra mi nombre con ira. Me quiere romper, despedazar. Quizás no pueda dañarme con su fuerza, pero se introduce en mi mente y la corrompe. El trasgo camina a paso lento, sabe como manejarme, dónde encontrarme. (Jadeo.) Tengo miedo: El trasgo asecha, me persigue, me consume. Lo puedo ignorar un tiempo, quizás logre que desparezca, pero sabe como dar vuelta la situación. Es astuto. Siendo el cazador, se pude dejar ver como la victima, como el perseguido. Tengo miedo: Es un ente que me acosa. Es alucinante, magnifico. Sus pasos se aproximan. Cada vez más cerca...



Al pasar veo su foto. En ella sale sonriente. Le hablo y no me responde: miro Sus ojos y su mirada se introduce al interior de mi ser y lo eleva. Sus ojos son sus interpretes. No quiero pensar en el futuro o el pasado pues me siento desamparado. Ella me dijo ante de partir: Recuerda, pase lo que pase, lo que el tiempo discurra, ten siempre presente que yo te he amado y quizá por siempre. Eso es lo que me dijo... Lo que quiero creer que me dijo.

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