19 junio 2009

Pág. Solo era paranoiA.


Viñetas Vendetta.








Vendetta: Alla Salute!!!


15 junio 2009

Día impreciso ¿cuál?

Tiempos anteaños, sin memoria, inexistentes.

Tiempos fantasmales, sombras de la vida, sin eco.
Tiempos falsos, sin existencia, sin marcar rumbo.
Tiempos sudorosos, de pensamientos olvidados, sin presente.

Tiempos falsos, sin misericordia, si existir, sin un será.

Tiempos muertos y sombríos, podridos, fantasmales.
Tiempos sin futuro, nunca serán.
Tiempos mustios, nunca valdrán.
Tiempos exiguos, ahogados en la historia, sin presencia en el presente.
Tiempos ahogados en el llanto, en el vomito continuo de quién no lo ha de sentir.
Tiempos fríos, oscuros, de los cuales es preciso no volver a recordar.

Borrador Illapa.

Finalmente se encontraron con una impenetrable barrera que significó la selva de Ajsnavh (Nido Gris). Algunos quisieron bordearla ya que temían a los que pudieran encontrar en la oscuridad de su centro. Sin embargo, Yanúcha y los suyos fueron abriendo camino seguidos por Ulkir, quien nunca se había detenido siquiera un rato para descansar. Cruzar la espesura de la selva les demoró 3 meses, hasta que por fin logaron emerger de esta. Los más ancianos ya estaban desarrollando raíces, mientras que a los niños les estaban creciendo hojas en vez de pelo. Cuando hubieron salido todos, el profeta continúo su camino unos kilómetros más, hasta detenerse abruptamente. Allí levantó su tienda.
Ulkir, cansado por el largo viaje, con todas sus fuerzas agotadas se puso a dormir. Cuando recobró la conciencia, vio que sus compañeros de andanza tenían levantados sus toldos en torno a la suya, y habían comenzado a delimitar la repartición de terrenos, entregando el centro de esta ubicación, además de ser el mejor sitio, a Ulkir. Este se negó ante el acto, ya que no consideraba que su imagen debiera ser la primera, por lo que cogió sus pertenecías y se trasladó del lugar. Cuando despertó otra vez, observó que toda la gente se había dispuesto alrededor suyo nuevamente. Así fue como esta población se empezó a llamar Gracotie, que significa “Donde el Iluminado”

Yanúcha: El mejor Aqane Juman.(borrador)

Yanúcha era un pasivo esclavo que cumplía labores en la nación Kenitun, forjando armas de guerra para estos gigantes, las mismas que utilizaban para atacar a los de su especie. Cada vez que este iba rumbo a las fraguas a tempranas horas en la mañana, escuchaba el canto de un Loichí (Íntimo), ave emparentada con el extinto Loitilo, quien le daba energía para comenzar un nuevo día de faena. En sus horas de trabajo, comenzó a forjar un par de espadas Juman para si mismo, pero no sabía el porque de su labor, ya que él nunca había aferrado un arma y no tenía intención de hacerlo. Estas misma las escondió envolviéndolas en su ropa y las llevó a su hogar una vez terminadas, pues si es que los amos lo sorprendían con ellas podrían darle muerte. Esa noche, mientras dormía, el Loichí se posó en su ventana, entonado un trino que lo envolvió en el sueño, recorriendo en el mundo onírico un camino que le parecía desconocido, en el que veía unas aves de fuego sucumbir a las llamas, donde un Juman terminaba una armadura al momento que era calcinado por el gran incendio.
Yanúcha despertó asustado, sudando frío y de forma abundante, pues algo inquietaba su corazón después del sueño tan real, el que cobró sentido al oír nuevamente el trino del Loichí que aún seguía posado en la ventana de Yanúcha. El Juman se vistió y cogió los pocos víveres que poseía, guardó sus espadas en un bolso de cuero, saliendo en silencio del reducto de esclavos, pasando bajo la nariz de los guardias Jantevh, quienes no percibieron la silueta del Juman. Tan solo al salir de su hogar de esclavo, llega a su lado un Deodo que pertenecía al linaje de los rescatados por Rancir, quienes mantenían un lazo fraterno con los Jumanuh. Guiado por el Loichí y siendo llevado por el Deodo llamado Ñúrio (Torre), Yanúcha llega finalmente a las canteras donde anidaban antiguamente los Loitilovh, cuyo lugar estaba repleto de plumas rojas y blancas esparcidas por todo el lugar, que a pesar de los años, el viento no las había removido. Buscando entre los restos carbonizados, encuentra el traje que confeccionó Ogam, momento en el cual el Loichí alza el vuelo hasta perderse en la inmensidad el cielo. Yanúcha se enviste con el traje de Ogam, el que se convertiría en su segunda piel hasta su muerte, continuando la tarea empezada por el antiguo Aqane sobre la liberación de los Jumanuh.
Montado en Ñúrio, Yanúcha se dirige a su hogar en la nación Kenitun, donde da muerte, sin dudarlo, a los guardias Jantevh, utilizando para ellos sus espadas gemelas: Jserlit (Libertad) y Eqcualt (Amistad), símbolos de la batalla contra la esclavitud de su gente. Un grupo de Jumanuh se le unió, renaciendo de esta forma a los Aqanevh, convirtiendo a Yanúcha y los suyos en leyendas, donde varios Jumanuh en Lenatamanu siguieron su enseñanzas: tal como Quejs (Sagaz) en la nación de los Chegudavh y al indomable Vérse (Grito) en la nación de los Flapegas, quienes comenzaron la guerra contra el exterminio que los Jantevh tenían planeado para los Jumanuh, que habían sido relegados a confinamientos lejanos de los reinos, con el fin de darles muerte en la completa impunidad.

Extracto Illapa: Sobre los Jantevh y los Jumanuh.

-Los adivinos de mi pueblo pudieron ver el futro, donde vieron a los Jantevh expulsados de Illapa- Le contó Hin-tienndom a Ilapan- Esta verdad fue revelada al observar el cielo en los tiempos primigenios de nuestra civilización. La única forma de prevenir esto es destruir a los Jumanuh.
-¡Hijo mío, toma mi mano!- dijo Ilapan, mirando a Hin-tienndom con ternura y acariciando dulcemente su cabeza y su fértil barba. Le demostró con visiones futuras que la única forma de que los Jantevh desparecieran era con la expansión de la guerra. El mago Jante no podía creer estas visones, ya que el ha sido uno de los máximos instigadores contra el pueblo de la pequeña raza, pero nunca imaginó que la guerra significaría el fin de los suyos, por tanto que los Jumanuh no eran mas que unos débiles seres que no contaban con la fuerza de ellos. No obstante, también reconocía que los focos de resistencia Juman provocaban dolor de cabeza a los distintos reinos, donde los Aqanevh utilizaban adelantados artefactos de guerra.

Borrador Illapa:Antes del tiermpo.

Hibe se presenta ante su gestor de ideas con la intención de hablar de amor, el que ya había cobrado forma en el vacío de Huní-Maara. Aqn pensó que Hibe por fin aceptaría su propuesta, pero la noticia fue diferente, desatando los sentimientos que este Erillen tenía escondidos.
— ¿Sabes lo que tengo que decirte? ¿Acaso sabe nuestro Aqn que debo decirle?—-preguntó la hermosa Hibe.
—-¿Debo responder a la dueña de mis sentimientos o sabe ella lo que creo que va a decir? ¿Es necesario que hablemos lo que ya sabemos? ¿Cuanto hace falta por esperar, si ya ha sido larga la espera?
— ¿Cómo es posible que nuestro Aqn tenga la respuesta si aun nada sucede? ¿Será que nuestro Aqn esta pensando otra cosa, diferente a lo que quiero decir?— dijo Hibe, entendiendo que Lerugil estaba errado— ¿Acaso no le he dicho a nuestro Aqn que no quiero ser su pareja?
Y el rostro de Lerugil se deformó, pero Hibe no entendió ese gesto pues aun no comprendían los Arifuh las gesticulaciones de un rostro. Sin saber los pensamientos profundos de Lerugil, Hibe continuó la plática, diciéndole finalmente que con Ofíro compartía el amor y que ninguna forma que adoptaran u pensamientos que compartieran podría más que aquello: el Amor que ilumina Oicllanu desde el centro de Decen-Edor.

Extracto ILLAPA.

Se quedó largo tiempo sentada bajo el árbol, que impedía a Ilapan ver a simple vista a Gerian brillando en el cielo a causa del espeso follaje, mas no le importaba ser testigo de aquella presencia, pues su pena le cubría los ojos ante toda la belleza del planeta. Luego se hicieron presentes Stinkal y Mira, quienes parecían majestuosos en la oscuridad que imperaba sobre Illapa. Ambos se acercaron a Ilapan, quien no se inmutó por la presencia de los padres creadores. Pero Stinkal, a pesar de mantener contacto fluido con la pareja divina guardaba estoica distancia, porque Mira seguía siendo el legítimo esposo de la madre tierra, alejándose el padre cielo por más que quisiera abrazarla cuando la veía.
— ¿Te das cuenta de los que acabas de hacer?—preguntó Mira.
—-Si, lo sé. Me deje llevar por la ira y condené a mis hijos. Pero nada puedo hacer por revertir mis palabras, pues lo que hice ya esta hecho. No hay vuelta atrás.
—Nacerán para morir, triste fin que les deparaste-dice Mira algo confuso— ¿Crees que exista alguna forma de solucionar este hecho?
—Ya nadie puede dar pie atrás a la condena de Ilapan, quien no quiso actuar de esta forma—saltó Stinkal, sintiendo que Mira atacaba a su amada—. Todos amamos a las especies del planeta, en especial a los Jumanuh quienes fueron tristemente condenados, pero por culpa de sus acciones. Sin embargo ninguno quiere algún mal para ellos, por lo que debemos decidir que acciones tomaremos.
— ¿Ves alguna forma de remediar esta pena? Se que Ilapan no actuó de mala fe y quizás es lo mejor que pudo haber hecho, pues sin duda poseen un poder que no creamos: el de quitar vida. Son dueños de elegir a voluntad sus acciones, lo que acarrearía quizás más crímenes como del que fuimos testigos.
—No podemos culpar a todos de las malas acciones de unos pocos­­­—dijo Ilapan—. La mayoría merece la pena de vivir. Por eso he decidido, como ya no puedo quitarles la muerte, extender largamente sus vidas. Sin duda esto no será un beneficio, pues estarán obligados a presenciar muchos mas cambios del que estaban dispuestos a enfrentar. Mismo fin correrán todos mis hijos— y con estas palabras el interior de Stinkal y Mira sollozó, pues amaban a todos los seres de Illapa, pero la palabra de Ilapan estaba dicha.
—Bien has dicho, querida esposa mía. Pero yo debo agregar algo: una de las especies de tus hijos se convertirá en superior sobre Illapa, así como los Mat’eyras son del mar y los Loitilos son del Cielo. ¿Quien de ellos será? No es mi derecho decidir por ello—y estas mismas palabras dichas por Mira cobrarían fuerza en el futuro.
—Apoyo lo dicho por Mira. Aunque yo agregaré que deben ganarse ese derecho, pues deberán tener la capacidad de poder lograr esta meta sabiamente, donde ninguno de nosotros ayudará a que esto se logre— y concluido el encuentro, los Lenatedoruh esparcieron sobre el planeta estos dones.
Viñeta VENDETTA: Solo era paranoiA.

05 junio 2009

Extracto ILLAPA

Para estas reuniones, Ilapan, la madre tierra, vestía una piel de diferentes colores, todos los que existen en la naturaleza, maquillada con un tatuaje interminable que se va expandiendo a medida que avanza el tiempo, que luego se convertiría en escritura. Su largo cabello verde, el que se extendía doblando su estatura, era recogido y peinado por insectos. En cada una de sus manos llevaba una copa con elixir divino de un fruto llamado Parán, las que hacía recorrer entre los presentes, una por cada mano, llegando ambas, finalmente, donde Stinkal, quién veía en el fondo de una y otra, alcanzando a percibir poemas escritos por su amada, los que recitaría suavemente al llegar a su reino, provocando una dulce brisa sobre los Jumanuh en aquella melancólica noches eterna de la antigua Illapa.
Mira, por su parte, mostraba una gran sonrisa que exponía sus dientes de perlas, pero podía perder la paciencia fácilmente y estas se oscurecían como la piel del Mat’eyra. El océano no vagaba desnudo por Illapa, sino que vestía un traje de algas que adornaba con conchas marinas, algunas de las cuales cumplían la función de botones. Su pelo largo y azul estaba siempre en movimiento, ya que se encargaban del movimiento de las olas, pues la superficie de Mira es la cabeza del Lenatedor. Todos lo miraban con cierto temor, pero en esta interminable noche de los principios del tiempo, Mira se convertía en un gran orador, convirtiéndose en el centro de atención, manifestando especial predilección por los Jumanuh, de quienes desconocía su verdadero origen.
El silencioso Stinkal, en cambio, adoptaba forma Juman, pero no podía dejar de adoptar su forma de Loitilo, por lo que generalmente su cabeza tenía la apariencia de estas aves. Sus múltiples brazos se recogían y los convertía en plumas, que daban la apariencia de llevar una capa majestuosa. Su piel era de colores fuertes, llamativos, los mismos que atraían a Ilapan y se entregaba a él completamente enamorada. En estas reuniones recitaba poemas, algunos de los cuales pertenecía a la madre tierra, siendo el primero que enseñó este arte a los Jumanuh.

04 junio 2009









Solo era paranoiA

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