Tomaron algo de aquél
alucinógeno, abriéndoles las puertas a todo lo que les dejaron respirar tranquilo.
La alta montaña, más allá de las nubes, patente museo irracional, que la
inteligencia logró someter y acarrearla a los pies de estos ilusos. La quebrantaron,
le rompieron los cimientos y la torturaron. Se dice que se aprovechaban sexualmente
de ella. Geminó AL HUMANO.
Los seres
anteriores se sintieron contentos ganándose al mundo con su bebida sagrada. Les
mostraba la realidad de la realidad. Sometieron al átomo y cambiaron las estructuras.
Creían ser amos del mundo a la vez del universo, pero solo soñaban con el ser
inferior, el mismo con rostro sínico y creador del mal. Los humanos se abalanzaban
sobre ellos con frenesí, con excitación, cortando las cabezas de los líderes y
todas las armas. Revolucionaron la superficie, pero no el interior. La verdad
absoluta. Generaron un nuevo mundo de venganza y extinción. Deseos de seres
grandiosos, de los que no quedan vestigios, ni siquiera pasos de su realidad. Quizá
no existieron y estos datos son falsos. Solo palabrería barata, dotadas de una
cierta clase de insuficiente conocimiento.
Sin embargo tengo
pruebas de su existencia, grabaciones a
través del espacio recogidas por el andar interminable de las montañas. También
conservo visones bombardeadas en mi mente con su imagen y gallardía, la prueba
certera de los textos escritos en la tierra con la sangre de su desaparición
fatal. Es solo cosa de alejarse, estar solo y podrido por dentro. Dejarse llevar
por el camino transitorio de la realidad.
Estos seres no
son dioses, son dictadores de la paz. ¡Malditos caprichosos! Nos legaron una
forma de vivir inexistente e imposible de alcanzar a causa de tus pensamientos
y los míos, si no que nuestra obcecada conciencia de dominación gana. Aunque claro,
no hemos buscado uno a través de métodos deplorables sobre la maldición del mundo.
Mi primer encuentro
fue por medio de un filósofo habitante de una granja de hormigas. El hombre
refunfuñaba con el permiso de sus sonidos barbaros. Lo único que pude entender
claramente fue “Traidores hijos de puta” (ser) y el resto del monologo solo lo
escuchó mi corazón, el cual, por medio de latidos en clave Morse, tradujo
aquellas palabras. Pero era un demente, me deje llevar por la imagen
de borracho que representaba, su único estereotipo intelectual eran sus lente
gruesos. Ahora me arrepiento de ser tan humano, animal sencillo y estúpido.
Luego me llegó
gran cantidad de mensajes en botellas de vidrio transparente y tapada con un
corcho. La primera vez fue cuando me encontraba borracho en la playa y llegó a mis
pies uno de estos mensajes arrastrado por las olas que primero golpearon a mi
rostro y me despertaron delicadamente, salvándome de morir ahogado. La recogí pensando que eran residuos de mi vicio
delicioso, pero en su interior había un papel.- ¿Bah?- Con mi afán de espía secreto de imaginación
fascista, abrí la botella y saque el papel de su interior. Al leer el
encabezado mi sorpresa fue grande “Querido amigo Luis…” ¡Mierda, mierda,
mierda!, me cagué de susto literalmente. Cada cierto tiempo me dirigí a aquella
playa y me llagaba correspondencia. Todo duró hasta el día en que vi un buque fantasma
que no regresé más.
Por algún tiempo me
olvidé del asunto, viví fuera del espacio. No era, solo existía. Así pasó mi
vida en la monotonía de los días perdidos, hasta que escuche un ruido en el
techo de mi casa. Al principio un repique, pero el sonido fue en aumentó y
escuche miles de vidrios quebrarse en un sonido ensordecedor. Luego otra vez y
otra vez y otra vez… ¿Qué tipo de lluvia? Salí a ver que sucedía, la lluvia se
había evaporado hace cientos de años, tal vez miles. Al poner el primer pie
fuera de mi casa recibo un golpe en la cabeza que me dejó aturdido…
ZZzzzzzzzzzz… Al despertar luego de algunos minutos hay ante mí un muro formado
de botellas selladas y alguna que otra quebrada. Era la correspondencia que no
había ido a recoger en todo este tiempo.
Al principio me sorprendí
de tal forma que casi expulso mis entrañas ante aquél hecho fantástico, pero
recobre rápidamente la calma. Me senté y abrí una de ellas y comencé a leer, me
demoré 23 años. Envejecí antes de tiempo. Creí haber vivido algunas cosas durante
todo ese tiempo y olvidé otras que no me dejan mejor parado. Me liberé mentalmente.
Me hice con el conocimiento de una cultura superior, olvidada en nuestra
historia y otras motivaciones las dejé de lado. Aunque sea parte de un gran
plan, seguí adelante con mi patética vida.
Mientras
terminaba mi lectura, revisaba una y otra vez mis anotaciones y corregía
algunos capítulos de la larga epopeya. Me pude armar una idea de como estos
ancestros llegaron a nuestra dimensión y habitar la tierra. Del como se convirtieron
en amos de ella pero siempre bajo su consentimiento. No por medio de una brutal
agresión invadiendo culturas débiles o de menor poder bélico. No, estos seres
fueron el anverso de nuestra especie, la otra mitad, el completo de nosotros
los amantes.
Ellos brotaron desde
el principio de la vida, no fue una rama que se subdividió. Aunque nos
parecemos físicamente, no así intelectualmente, son una olvidada especie. Son
hijos del inclemente ardor temprano y buscaron su lugar en la historia. De padres
desconocidos, solo criados por la Pachamama, la tierra.
Eran de
naturaleza inmortal. Altos y corpulentos. Visión de Águila y con la fuerza y la
habilidad del Puma. Criados por Osas y por Perras, quienes a través de su amamantamiento
adquirieron la prudencia en la forma de vivir, de la armonía. Fundaron puertas
estelares para coger la carga de los andantes espaciales, de quienes fueron discípulos
y luego maestros al expandir sus conocimientos por medio de los contactos permanentes
con otras culturas. No poseían idioma hablado pues utilizaban su cuerpo para
transmitir emociones o a través de una mirada sincera transmitían su verdad.
Imaginaron un
mundo y lo ayudaron a construir al crear con sus respectivas labores. Los artesanos
instituyeron todas las formas que nos maravillan y estremecen y sus artistas le
dieron vida. Los músicos diseminaron la cantidad de sonidos que nos dan paz y
relaja nuestra mete. Sus arquitectos pulieron los valles, construyeron ríos y edificaron
árboles y la forma animal. Los actores dieron vida a lo inanimado y así una larga
cadena de ayuda mutua que perduró por siglos.
Disputaban, claro
que sí, pero por sus ideales, que más que ideas eran la verdad pura. A través de
parlamentos llegaban a consensos y evitaba el derramamiento de inútil de sangre.
Jamás se eliminaron entre ellos ya que el Asesinato era un proscrito en su idílica
existencia. “Él”, que era un asechador impertinente, siempre se le dio caza. No
pensaban “Tu pensamiento vale mierda, el mío es el correcto. Te declaro la
guerra.” Discutían, al contrario, por la forma de no dejarse caer en combates
sin sentido.
Se alimentaban gracias
a las estrellas que gratuitamente entregaban su esencia, su néctar, su bebida
sagrada que les permitía recorrer los laberintos azules obstaculizados por
feroces bestias, pero que con su presencia, estos salvajes extintos entendían a
sus hermanos de alianza. Oráculos silencioso, estas bestias veían en ellos su
futuro de muerte al igual que la de ellos. Lloraban en silencio en las noches,
derrotando todos los miedos a lo desconocido al final de la vida, para recibir
la muerte dignamente.
Cuándo uno grupo
de estos etéreos individuos con la divinidad marchita en su interior, embriagados
por su poder absoluto (puedo decir con certeza que solo 3 ó 4) violaron a la
madre que los cobijaba, dando origen al bastardo cocido como Humano. Sus padres
fueron los creadores del infierno y en sus paredes fulgentes escribieron con
letras acuosas procedente de las lágrimas de su pecado lo siguiente:
“Aquí
viene a dar todos vuestro hijos.”
El humano
engendró la envidia y le dio cabida en su maltrecho corazón. - ¡Estos solamente
son marionetas de un poder exterior, No podemos dejar que existan!- Cierto es
que no todos son nauseabundos, alguno intentaron germinar otros sentimiento, pero
fueron decapitados o fusilados en la plaza publica o el palacio de gobierno.
Los humanos no dejaran habitar un inmenso planeta, pero pequeño para sus planes
de dominación. Por medio de artilugios fueron ganando poder, también complotaron
con fuerza superiores. Urdieron un plan macabro que no debió existir. Fue una
falla genética.
Una noche de
oscuridad absoluta dieron rienda suelta al cobarde plan. Atacaron sin
misericordia con fúsiles, taques, aviones, cuchillos, lanzas y bombas. Arrasaron
con todo lo creado por los intelectuales eternos y crearon desiertos con el
derrame de la sangre de aquellos “dioses”, que quemaba a su paso la traición de
sus amigos. Los cuerpos fueron enterrados en fosas comunes. Otros fueros
llevados a campos de concentración y quemados en hornos. Algunos fueron
lanzados al mar por no querer renunciar a sus identidades. Triste fin… Lloré de
rabia y pena tras conocer estos arcaicos datos.
La historia desde
allí es conocida. Dominamos la tierra y continuamos con nuestro plan de aniquilación
total. Queremos borrar todo vestigio del paso de esos seres de Luz en este mundo.
También exterminar a los humanos no humanos, quienes son legión.
(escrito el año 2004. Encontrado y corregido... solo un poco)
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