12 noviembre 2018

El solitario y la soledad.


El solitario disfruta de los momentos propios. Divagar, soñar, pensar, dolce far niente, crear, suspirar. El solitario necesita el silencio, la templanza, el gozo, el estertor. El solitario no es extraño, no detesta la sociedad. El solitario es un mundo inmenso, con más luz que sombra. Mira y oye, un perfecto amigo. Pero no quiere decir que anhele la soledad, que busque el vacío en la existencia, que no desee compartir el futuro. La soledad es muerte para todo ser, aún para los eremitas casi santos.

No hay comentarios:

Licencia Creative Commons
Este obra está bajo una licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 2.0 Chile.