15 junio 2009

Yanúcha: El mejor Aqane Juman.(borrador)

Yanúcha era un pasivo esclavo que cumplía labores en la nación Kenitun, forjando armas de guerra para estos gigantes, las mismas que utilizaban para atacar a los de su especie. Cada vez que este iba rumbo a las fraguas a tempranas horas en la mañana, escuchaba el canto de un Loichí (Íntimo), ave emparentada con el extinto Loitilo, quien le daba energía para comenzar un nuevo día de faena. En sus horas de trabajo, comenzó a forjar un par de espadas Juman para si mismo, pero no sabía el porque de su labor, ya que él nunca había aferrado un arma y no tenía intención de hacerlo. Estas misma las escondió envolviéndolas en su ropa y las llevó a su hogar una vez terminadas, pues si es que los amos lo sorprendían con ellas podrían darle muerte. Esa noche, mientras dormía, el Loichí se posó en su ventana, entonado un trino que lo envolvió en el sueño, recorriendo en el mundo onírico un camino que le parecía desconocido, en el que veía unas aves de fuego sucumbir a las llamas, donde un Juman terminaba una armadura al momento que era calcinado por el gran incendio.
Yanúcha despertó asustado, sudando frío y de forma abundante, pues algo inquietaba su corazón después del sueño tan real, el que cobró sentido al oír nuevamente el trino del Loichí que aún seguía posado en la ventana de Yanúcha. El Juman se vistió y cogió los pocos víveres que poseía, guardó sus espadas en un bolso de cuero, saliendo en silencio del reducto de esclavos, pasando bajo la nariz de los guardias Jantevh, quienes no percibieron la silueta del Juman. Tan solo al salir de su hogar de esclavo, llega a su lado un Deodo que pertenecía al linaje de los rescatados por Rancir, quienes mantenían un lazo fraterno con los Jumanuh. Guiado por el Loichí y siendo llevado por el Deodo llamado Ñúrio (Torre), Yanúcha llega finalmente a las canteras donde anidaban antiguamente los Loitilovh, cuyo lugar estaba repleto de plumas rojas y blancas esparcidas por todo el lugar, que a pesar de los años, el viento no las había removido. Buscando entre los restos carbonizados, encuentra el traje que confeccionó Ogam, momento en el cual el Loichí alza el vuelo hasta perderse en la inmensidad el cielo. Yanúcha se enviste con el traje de Ogam, el que se convertiría en su segunda piel hasta su muerte, continuando la tarea empezada por el antiguo Aqane sobre la liberación de los Jumanuh.
Montado en Ñúrio, Yanúcha se dirige a su hogar en la nación Kenitun, donde da muerte, sin dudarlo, a los guardias Jantevh, utilizando para ellos sus espadas gemelas: Jserlit (Libertad) y Eqcualt (Amistad), símbolos de la batalla contra la esclavitud de su gente. Un grupo de Jumanuh se le unió, renaciendo de esta forma a los Aqanevh, convirtiendo a Yanúcha y los suyos en leyendas, donde varios Jumanuh en Lenatamanu siguieron su enseñanzas: tal como Quejs (Sagaz) en la nación de los Chegudavh y al indomable Vérse (Grito) en la nación de los Flapegas, quienes comenzaron la guerra contra el exterminio que los Jantevh tenían planeado para los Jumanuh, que habían sido relegados a confinamientos lejanos de los reinos, con el fin de darles muerte en la completa impunidad.

No hay comentarios:

Licencia Creative Commons
Este obra está bajo una licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 2.0 Chile.