16 noviembre 2011

Inocencia


El relato de mi indudable inocencia, recuerden que todo es muy borroso. El orden es desorden, todo esta alterado. El pasado se mezcla con el futuro y el presente. La memoria se enreda, no sabe alterar el caos, ordenarlo a mi antojo. Mi pensante cerebro esta confuso. Una tragedia, una felicidad, tragedia, felicidad, tragedia-felicidad.

Aún no lo entiendo ¿por qué pasó? Sólo se que estábamos bien, en lo mejor. (Sexo.) Sólo sé que me suprimí de esta dimensión. (Intoxicado.) Sólo se que su cuello se aferró a mis manos. (Endemoniado.) Sólo sé que sus ojos se abrieron hasta salirse de sus cuencas. (Furia.)Sólo sé que estoy tras las rejas. (Preso.) Pero no sé por qué. (¿Ella?)
No recuerdo bien, la realidad se fue a mejor vida, queda el triste recuerdo y también queda el futuro. Siempre permanece el odio ¿por qué me obligaron? el canalla esta libre, fornicando con perras, la puta esta muerta, descansado… ¿y yo, encarcelado?, pero soy inocente.

Persiste la visión del primer golpe. Entiendan que no soy un monstruo, yo no quería, ella me obligó. Alzaba su voz, mientras le ordenaba silencio. ¡Me grito, y eso no me gusta! sólo respondí como corresponde, un puñetazo en su estomago. Así se quedó callada. Miró a mis ojos con los suyo empapados y me hizo sentir miserable. Juro que no quería golearla, fui provocado.

Va camino al colegio en compañía de sus amigas. Va fumando un cigarrillo y sus labios, que dejan escapar sutilmente el humo, dispara un beso camuflado con e viento. Fue un flechazo certero sobre un corazón escéptico. Así nació el amor. Siempre seguía el mismo camino, generalmente acompañada de sus amigas, otras tantas de un estúpido quinceañero. ¡Infeliz!

Sobre la mesa reposa la nota dirigida a su madre. Es su carta de despedida del hogar, del nido de amor. Se marchó con otro hombre la muy maldita. No me dejó ni una nota. Nada a su media naranja, a su destino. Se llevó todo lo logrado en una vida de 7 años, se llevó al hijo…Niño que cuando nació fue felicidad total para su hombre, no así para su madre quien le abofeteó, la humilló, la declaró puta ante unos oídos enamorados. No pudo hacerse otra cosa, tenía que actuar, defender su honor. Le di golpes a su madre.

La vi hace un tiempo, cuando se dirigía al trabajo. Caminaba junto a sus amigas. Esta vez fumaba un porro, y por medio de nuestra señal secreta, me lanzó un beso. Que alivio sentí al saber que no me había olvidado, que aún me quiere ¿entonces, por que esta con ese tipo?

Por fin tomé su mano por primera vez y ella me correspondió, oprimiendo la mía con fuerza. Yace en la cama de un hospital. Le miro sin decir palabra alguna, mientras ella llora ¿quién te hizo esto? Sin duda fue el pendejo que tiene por novio. ¿Qué cree? ¿Qué por el hecho de compartirla, le pertenece?
Recuerdo cómo lloraba de felicidad la primera vez que fue mía. Como gritaba. Creo que pudo sentir que estábamos dando forma a una nueva vida. Reconozco que fui un bruto, no le di placer.
Corre tras la micro que la llevará al trabajo/escuela/calle/lecho/casa/huída…el  tiempo se mezcla, y la veo de mil formas diferentes. Miles de gestos, miles de risas, muchas edades… (Dios, ¿qué hice? ¿Alejé a la mujer de mi vida?)Nunca mira hacia atrás, nunca ve cómo lloro su adiós.
Al parecer no se percata de mi presencia. Sigue fumando, esperando un cliente. Sus pobres ojos se marchitaron, sus labios ya no cantan, su boca no sonríe ¿qué le sucedió? Quiero acercarme a ella, olvidar el pasado, pero no puedo, no tengo dinero.
La madre llora, el niño llora, ella llora ¿qué le acongoja? mi estoicismo no permite dar palabras de sosiego, pero no puedo verla llorar. Me arrastro a sus pies realizando algunos gestos, un show improvisado. Sonríe, no recordaba sus bellos dientes, blanquitos (¿los lavará todos los días?)

Solo grita cómo loca, maldita perra loca, no lo hagas más. Sabe que a veces pierdo el control, que me exaspero. Pero tú continuas gritando obscenidades, palabra irreproducibles. Tu boca no sonríe, no imaginé que se transformara de esta manera. ¡Calla!...escupe su sangre sobre mi rostro.
No presionen, déjenme recordar, todo gira muy rápido, no se detiene. ¿Creen que tengamos alguna máquina en nuestra cabeza? ¿Que alguien nos manipula entregándonos falsos momentos? si todo es falso, ¿sus ojos nunca brillaron?

Al bajar la escalera, el viento cómplice revolotea su pelo bien cuidado. Siempre estaba linda, se cuidaba para mí. Esta con uniforme, pero,  ¿porqué  esta ese tipo? Ahora es puta, tomando en brazos a su hijo (nuestro hijo), recostada en la cama manchada con sangre de sus ojos rojos y golpada por su madre, que llegó del funeral y sin descanso compuso una marcha fúnebre con el llanto de su congoja. Triste, cruza la calle y compra el periódico donde aparece la noticia sobre la muerte de su padre, un nuevo funeral para su lamentable vida.

No puedo, no puedo seguir. No recuerdo el porque, ni el como. El humo del cigarro seca mi garganta y yo no fumo. Su cuello, su pelo, su boca, sus dientes… El delgado cuello se mostraba erótico, las pulsaciones de mi sexo aumentaron, el olor a hembra me volvió loco… ¡Loco!


Nunca pensamos en casarnos, tenemos un hijo. Ella espera afuera ¿muerta? La recuerdo gritando mientras la ahorcaba con vehemencia. Mis manos sudorosas, mi pene sudoroso, su vagina seca, gozando como nuestra primera vez. Nunca tuvimos una relación normal, todo era violento en la cama. También pagué por ella, era su trabajo, tenía que mantener a nuestro hijo, pero siempre con la luz apagada…
…empiezo a dudar…



(queriendo buscar una forma de mezclar el tiempo)

No hay comentarios:

Licencia Creative Commons
Este obra está bajo una licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 2.0 Chile.