Lo
que dices, lo que piensas, lo creen falaz. Un psicótico, un enfermo
mental, un pervertido. Eres una triste rareza que camina sin rumbo.
Un pusilánime, un poca cosa. Convertido en pensamientos que no
quiere recordar.
Pensar
en ello da la sensación que la realidad es invariable, sin cambios.
Pero es todo lo contrario, siempre se puede alterar incluso más el
caos imperante.
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