Dos almas solitarias
cruzaron sus caminos por segundos, toda una eternidad. Felicidad
eterna, invariable, inalterable. Jamás volverán a estar solos, sus
almas perpetúan en compañía mutua, aunque el manto de la ignominia
los cubra.
Cada uno siguió su
camino, los solitarios deben permanecer así.
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