Maledicencia
exquisita componen su carácter que enamora, que atrapa y que
atormenta. Desenvuelta por la vida va, cáliz que todos codician y
ella no escatima en sus dotes de seducción.
No
es la mala de toda historia, ella es un ser elemental, un componente
que debe nacer y convertir adeptos a su credo santo.
Ella
no llora por ti, no lamenta tu ausencia. Ella sólo existe para
corromper almas rotas y retorcerlas para que renazcas.
Su
existencia es un preciado don divino, sólo hace lo que debe hacer.
No se arrepiente, no niega su sexo, no regala sus besos, el necio que
se enamora eres tú.
Ella
continua su andar para lo que vino al mundo: corrupción y
renacimiento.
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