- Calíope, ¿cómo
estás? Quizás es una idiotez de mi parte, discúlpame. Sólo fue un
mal sueño que me hizo valorar el significado de tu existencia. Por
un intenso instante sentí perder la importancia de mi vida, sentí
un vacío prepotente, sentí temor. No eres ajena a mi historia, eres
vital. Desde lo más profundo de mi ser, que el buen destino sea un
fiel compañero.
Un abrazo.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario