02 abril 2019

He aprendido a aceptar la muerte como lo que es : El fin, la nada.
No significa que desee la mía, sólo que la de otros no me perturba, no me da lástima. Y No es indolencia: no es no amar, no es no querer, es simplemente dejar ir al ser amado y que no exista llanto. Nada remediará la muerte. Es el fin de todo. No es el mas esperado, pero es lo único certero.
¿De qué vale seguir pensando en aquellos? Simplemente es la muerte.
Y si, yo le temo, me perturba y me persigue. Visiones sobre un futuro latente que no quiero alcanzar. El fin. Todo está pactado para que tú y yo nos larguemos de aquí. Tú pagas la última ronda que nos dejará inconsciente.
No somos eternos, no somos perennes. Simplemente es la realidad de nuestra existencia. El tiempo pasa, los siglos corren, tú y yo no seremos ni un suspiro en el tiempo.
No quiere decir que no disfrutemos la existencia. Atesoremos cada momento, aprovechemos el vivir. Cómo quieras, como lo sientas. Al momento de tu estertor, lo que hagas, no tendrá importancia alguna. No es importante para el futuro, sólo el legado es nuestra misión, es lo que quedará por la eternidad. 

No hay comentarios:

Licencia Creative Commons
Este obra está bajo una licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 2.0 Chile.