Despedida

Princesa Gitana:

 ¿Dónde te ha llevado tu frenética danza? En los avatares que la vida impone espero que lleves el paso a seguir. No dudo que así sea. Lo más admirado por mi es tu fortaleza, eres grandiosa y sigo tu ejemplo, te lo dije alguna vez y siempre lo reconoceré. Te adoro por todo.
La vida muchas veces es amarga, pero entre nosotros hubo mucha alegría, extensa paz. Sí, paz, pues no olvido nuestras noches y la forma en como descansabas plácidamente mientras dormías tan serena y entregada al cobijo durante nuestro corto tiempo de amor. 
Es difícil no evocarte, eres mi último recuerdo grato, mi ultima verdad, mi ultima entrega. Nada me importaba que pasaba a mi alrededor, la vida avanzaba y la quería a tu lado. Esta entrega quizás te abrumó, pero fue mucho tiempo cerrado a no sentir mi mente estallar otra vez pero todo cambió al contemplar tu efigie sacra, doblegando a mi conciencia permanecer oculta pues esos sentimientos son para vivir no para cuestionar.
 Pido disculpas por cansarte con mensajes inútiles, pues duele que no germinen ante tus bellos ojos ( las piedras preciosas de Salomón.), no soy imbécil, lerdo si, y entiendo que te moleste mi insistencia, pero no tuve espacio para el adiós ante ti.  
Eres un sueño trunco en un presente marchito y sin fin. Cada palabra de cada día, cada abrazo fue prístino así como cada beso me arrobaba de esta realidad mezquina y me llevaba al mundo de los sueños, embelesado por ti, cariño.
Pero me voy del punto, eres un sueño y los sueños no regresan y como tal despierto y tú no estás a mi lado y el viento silva entre los árboles y el día pasa sin darme cuenta, pues lo único que quiero es volver a dormir para soñarte hasta el amanecer. Pero la realidad es demasiado impertinente y el gris Concepción hiede a tu ausencia, desparramando lágrimas por primera vez en meses. Sólo quería despedirme de ti, no ser un mal recuerdo, pues no entiendo que haya sido así.
Tus acciones son tu esencia, no cuestiono jamás tu sustancia, ya que sería no haberte amado cómo lo sentí. Mi egotismo es puro, hoy no siento felicidad. Sin embargo no quita que no quiera tu bienestar, eres más que un amor fallido, antes fuiste mucho más para esta realidad. El recuerdo de ti desaparecerá y quedará el estado de felicidad perpetua de nuestra instancia que siento fueron puras, sin maquillaje. 
La tea que me diste la llevo firme entre mis manos, cómo las caricias que algunas vez sentí y a la vez te dí, es tu regalo para mi. Sé siempre fiel a ti, no decaigas nunca. Los tropiezos se superan, vuelves a renacer. Espero que tus decisiones sean las que te lleven a tus metas trazadas, amor mío (si, mio, más no digo que sea proporcional), las que te llevan a mutar, convertirte en tu YO certero. 

Tú y sólo tú, eres imborrable. 

Se despide de ti tu amante servidor, el Zorro (del Principito)