Tu recuerdo domina
mis pensamientos,
no me pertenecen,
he caído rendido
ante tu sacra
imagen.
¡Me enamoré!
Nostalgia evoca tu
presente,
el son de tu voz
se convierte en un
canto
dulce en esta basta
soledad.
Los días son
iterativos,
eternos, cansinos,
descansar en tu
pecho
para un suave
despertar.
Herido de muerte,
en un costado del
cántaro
de sangre, amada,
enfriándome en las
faldas de la
cordillera.
El vacío pesa,
me falta lo
esencial,
el beso inmaculado
para seguir adelante
en esta extensa
jornada.
Sólo puedo
adorarte,
eres hija del sol,
candente, princesa
gitana,
iluminas el camino
de quienes
te aman y amarán.
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