¿Se
puede querer sin dolor, amor?
Quizás
por mis años confinado no se me ha revelado, nada he aprendido por
mi pensar limitado. Más
bien soy un taciturno borracho que va transitando en eventos
sublimes, pero incapaz de retener las lecciones que se me han
manifestado. Participo del mundo porque sé que tú lo vales, remueves
la indolencia de mi entraña emplazándome a planos superiores.
No puedo rehuir del poder curador de tu ternura fascinante, lo necesito una vez más para reafirmar que EXISTES, que eres más que un sueño hechizado. No puedo rehuir de tu mano aferrada a la mía mientras caminamos por las calles otrora secuaces de nuestro afecto y hoy se me hacen desconocidas. No puedo rehuir de la falta que me hace iluminar mis preguntas con tus respuestas veraces, algunas veces con malicioso encanto. No puedo rehuir del anhelo por impregnarme con el perfume de tu piel que me eleva en gloria al deliro eterno. No puedo rehuir de la falta que me hace tu corazón latiendo junto al mío en un compás compañero y virtuoso en su afecto. No puedo rehuir de nuestros abrazos serenos que nos hacen sentir únicos ante el mundo externo. No puedo rehuir de la falta que me hace tu boca, tus labios y aquella voz melancólica que de forma silente me dicta estos escritos que no se leen.
Pienso en nuestro Viaje de descubirmiento. Como ha cambiado todo. El dolor es parte del amor.
Que
tus sueños se cumplan.
Simbolizas
la libertad anhelada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario