Me pareció ver una
imagen conocida en la distancia y levanté mi mano para saludar.
Cortésmente se acercó y me estrechó la mano con efusión. Era mi
reflejo en un charco producto de una noche agitada.
-Noto que no te
causa extrañeza, pero era de prever pues somo la misma carne
viciada.
-No estaba seguro si
me reconocerías, no puedes ver bien a la distancia.
-Al contrario,
querido amigo, puedo ver perfectamente que tomé decisiones erradas-
él agita su cabeza sobre mis hombros y se pierde en la
indiferencia.- Extraño a la hermosa valkiria de aquella remota
galaxia.
-Su ausencia se
siente día a día, pero la vida no es eterna para esperar la nada.
Continuó su recorrido por el cosmos luego que sus alas rotas fueron
sanadas.-Suspiré y mi reflejo sollozó-¿en qué nuevos mundos
venerarán su imagen sacra?
-¡Amén!
Y de manera abrupta terminó nuestra conversación, los rayos del sol me indicaron que es
hora dormir. Nos despedimos y tomamos rumbos diferentes.
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