23 mayo 2018


La nostalgia me invade esta noche solitaria. Esbozo argumentos para escribir, sin embrago el papel permanece vacío. Se diluyen mis ideas por culpa de una borrachera impasible. Sólo la música de Dvořák agita su superficie nívea y en su continuo palpitar, apareces como una visión:   -¡Tamara, soy yo!-  te digo y tú presencia alienta a mi alma noctambula. Eres la razón, no puedo evitar amarte, cariño. En la perpetua abstracción das tranquilidad a este necio intratable.

No hay comentarios:

Licencia Creative Commons
Este obra está bajo una licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 2.0 Chile.