Bienvenidos a El Pozo, Un agujero Infernal…Ese debería ser lema
para recibir a los visitantes de esta ciudad. Quien sabe por que
cometen tal locura. Urbe de grandes contrastes, otrora pujante y un
gran orgullo para la nación, se convirtió rápidamente en un nido
de truhanes. La corrupción ha cimentado las bases para la debacle de
esta nueva Babilonia. Las autoridades y la policía están
corrompidas. La justicia teme. Las grandes familias criminales han
comprado cada habitante, haciéndolos sus vasallos en guerras
cruentas que luchan para obtener un poder imaginario. La tentación
esta presente en cada sucia esquina, siempre puedes convertirte en un
traidor y vender a tu madre al mejor postor. Un día estás en la
cima y al otro puedes estar lamiendo el suelo, literalmente.
Para
los viajeros, El Pozo siempre se convertirá en una aventura y pueden
hacerse famosos por un día. De una forma u otra aparecerás en los
medios, ya sea en la crónica policial o el obituario. Salir a
recorrer las calles del El Pozo un día normal puede ser el último
de tu vida. ¿Pero qué es un día normal? No creo haber vivido uno
durante todo el tiempo que llevo aquí, que es mi vida completa. La
sensación latente del temor al mañana. El estar encerrado en
impulsos que no dan libertad. Esperar una tregua y llorar de
felicidad. ¿Eso es un día normal? Al menos en El Pozo es así. Si
no estás con ellos, estás en su contra. Piénsalo bien antes de
poner un pie en esta empalagosa ciudad. Pues si te atrapa en su
telaraña, nunca podrás liberarte.
Sabemos
quién es el que maneja los hilos y decide el destino de El Pozo,
pero ninguno ha sido capaz de desafiar su imperio. Tu vida, mi vida,
el día a día…. Todo es manejado por él y sus esbirros ¡Maldito
perro! Cada mañana al despertar mis ganas de acabar con su
existencia es fatal, pero nunca seré capaz. Espero que alguno de la
turba que transita a mí alrededor se atreva a atacar el fuerte de la
familia Gacitúa. Sin embargo, en la historia de la humanidad, los
tiranos siempre han sido derrocados por sus cercanos, por los que hoy
le dan la mano pero esperan el momento preciso para apuñalarlo por
la espalda. Estimo que si eso llega a suceder la guerra del hampa
será total, una vendetta que manchara las calles y las almas de los
zombis de la triste ciudad. Pero, así como también lo ha demostrado
la historia, que se repite una y otra vez hasta el hartazgo,
aparecerá un nuevo señor del crimen.
El
Pozo, La Ciudad Triste, el paraíso del crimen organizado, espera
angustiada la señal que indique la llegada del nuevo y real amo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario