10 junio 2018


Bienvenidos a El Pozo, Un agujero Infernal…Ese debería ser lema para recibir a los visitantes de esta ciudad. Quien sabe por que cometen tal locura. Urbe de grandes contrastes, otrora pujante y un gran orgullo para la nación, se convirtió rápidamente en un nido de truhanes. La corrupción ha cimentado las bases para la debacle de esta nueva Babilonia. Las autoridades y la policía están corrompidas. La justicia teme. Las grandes familias criminales han comprado cada habitante, haciéndolos sus vasallos en guerras cruentas que luchan para obtener un poder imaginario. La tentación esta presente en cada sucia esquina, siempre puedes convertirte en un traidor y vender a tu madre al mejor postor. Un día estás en la cima y al otro puedes estar lamiendo el suelo, literalmente.
Para los viajeros, El Pozo siempre se convertirá en una aventura y pueden hacerse famosos por un día. De una forma u otra aparecerás en los medios, ya sea en la crónica policial o el obituario. Salir a recorrer las calles del El Pozo un día normal puede ser el último de tu vida. ¿Pero qué es un día normal? No creo haber vivido uno durante todo el tiempo que llevo aquí, que es mi vida completa. La sensación latente del temor al mañana. El estar encerrado en impulsos que no dan libertad. Esperar una tregua y llorar de felicidad. ¿Eso es un día normal? Al menos en El Pozo es así. Si no estás con ellos, estás en su contra. Piénsalo bien antes de poner un pie en esta empalagosa ciudad. Pues si te atrapa en su telaraña, nunca podrás liberarte.
Sabemos quién es el que maneja los hilos y decide el destino de El Pozo, pero ninguno ha sido capaz de desafiar su imperio. Tu vida, mi vida, el día a día…. Todo es manejado por él y sus esbirros ¡Maldito perro! Cada mañana al despertar mis ganas de acabar con su existencia es fatal, pero nunca seré capaz. Espero que alguno de la turba que transita a mí alrededor se atreva a atacar el fuerte de la familia Gacitúa. Sin embargo, en la historia de la humanidad, los tiranos siempre han sido derrocados por sus cercanos, por los que hoy le dan la mano pero esperan el momento preciso para apuñalarlo por la espalda. Estimo que si eso llega a suceder la guerra del hampa será total, una vendetta que manchara las calles y las almas de los zombis de la triste ciudad. Pero, así como también lo ha demostrado la historia, que se repite una y otra vez hasta el hartazgo, aparecerá un nuevo señor del crimen.
El Pozo, La Ciudad Triste, el paraíso del crimen organizado, espera angustiada la señal que indique la llegada del nuevo y real amo.



No hay comentarios:

Licencia Creative Commons
Este obra está bajo una licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 2.0 Chile.