Mañana. Oficina. Ella realiza posturas de yoga ante de comenzar a
trabajar. Él toma café luego de fumar un cigarro. La ve y
lanza comentarios burlones. No sirve, es charlatanería. Ella trata
de enseñarle posiciones y él se ríe a mandíbula batiente. Sin
esperarlo comienza a temblar. Él no puede mantener el equilibrio,
sus torpe pies no resisten. Ella sobrelleva todo delicadamente,
fluidamente. Avergonzado, intenta levantarse pero le resulta
imposible. Ella al ver la acción no resiste la estruendosa
carcajada. Él intenta sostenerse y ella danza con el movimiento. El
edificio se desploma, no hay sobrevivientes.
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