Una
camisa de fuerza no me deja mover, mi cuerpo está inmovilizando.
Ahogándome en un pozo oscuro, sin poder respirar, sin poder moverme.
No puedo salir a flote y poder gritar que sólo existes tú desde
hace tiempo. Quiero gritar y que se escuche en la tierra entera.
Me siento atascado en mis palabras, ahogado en mis palabras. La
maldición de la palabra, de no ser creído. Quieto, inerte, flotando
en la desconfianza
. No puedo defenderme de los conceptos ya juzgados. No puedo
expresarme, no puedo hacerme entender, no puedo luchar contra ello.
Me hundo lentamente, desesperado por salir a la superficie y respirar
con tu aliento. La voz se apagará, se extinguirá. No me recuerdes
como un mal paso.
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