Me
despierto luego de soñarte y me levanto raudamente a escribirlo:
¿Qué paso? Caminábamos por una zona despoblada mientras
conversábamos sobre la vida y todo lo demás. Tú reías, estabas
feliz. Me preguntaste cómo estaba, siento que te interesó realmente
- Estoy bien ... mejor...- Pero te extraño, inevitablemente recaigo
y vuelvo a pensar en ti y no sé porque, pero no me provoca mal.
Sentir amor, cariño, aprecio no es malo. No es aversión miserable
que contamina nuestro interior. Lo que no entiendo es tu desidia, no
entiendo que paso ¿es necesario? En fin, que el hado sea siempre
afectuoso contigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario